Tras el continuo avance de la tecnología de la información, las computadoras y los teléfonos celulares se han vuelto indispensables, y ahora ningún hombre, mujer o niño puede vivir sin ellos. Nací en los años ochenta y también solía estar obsesionada con ellos. Trabajo con mi computadora todos los días, sin duda siento la conveniencia que trae, porque me permite buscar rápidamente los materiales de estudio, contactarme con mis amigos, llenar formularios, y así sucesivamente. ¡Qué útil es!
Aunque siempre disfruté de la conveniencia que me daba, empezaron a aparecer algunas molestias. Cuando trabajaba en mi computadora durante mucho tiempo, la radiación de su pantalla hacía que mis
ojos se pusieran secos y dolorosos, y también me dolía la cabeza. Sin embargo, tenía que usarla para el trabajo, así que no podía hacer más que soportar el sufrimiento todos los días.
Más tarde, vi que mis colegas a mi alrededor empezaron a tener daños visuales debido al largo tiempo en el uso de computadoras y teléfonos celulares. A algunos se les prescribieron lentes a
prueba de radiación; otros se hicieron cirugía ocular; y algunos, debido al uso de anteojos, durante mucho tiempo, tenían ojos saltones, que alguna vez fueron brillantes y penetrantes, pero que
ahora se volvieron vidriosos y sin alma. Me preocupaba que, si mi situación continuaba, yo sufriría el mismo destino que mis colegas, así que comencé a pensar en maneras de aliviar la fatiga
visual.
Al principio, probé esto: después de cada hora de mirar mi pantalla de la computadora, pasaba diez minutos mirando hacia afuera a las plantas verdes y los árboles en la distancia para descansar mis ojos y aliviar la molestia. Después de algún tiempo, mis ojos se sintieron temporalmente un poco mejor, pero todavía se hinchaban y dolían después. Entonces intenté utilizar un lapicero en lugar de la computadora para hacer mi trabajo, pero la eficacia en mi trabajo se vio reducida a la mitad, y más aún, cierto trabajo no se podría hacer con un lapicero. Más tarde, vi unas gotas de ojos anunciadas en la televisión, y que algunos de mis amigos cercanos estaban usando. Así que, pregunté qué tipo de gotas oculares eran efectivas, las compré y me las puse en los ojos. Sin embargo, debido a que tuve una reacción adversa al medicamento, no sólo no tuve mucho efecto positivo, sino que mis ojos se sentían más y más doloroso… Al final, aunque intenté varias maneras, mi sufrimiento todavía no se había resuelto.
Por casualidad, un amigo vino a verme. Durante una conversación, le dije: “Mis ojos están con tanto dolor, que incluso ni quiero mirar mi computadora, pero sin una computadora no puedo hacer mi trabajo”. Mi amigo dijo: “Déjame darte una receta secreta: hay que hacer una taza de té verde y dejarla que se enfríe, luego dejar caer algunas gotas en los ojos y tomar un descanso durante diez minutos. Más tarde, tus ojos se sentirán más aliviados. El té verde es una planta y no tiene efectos secundarios. Lo he intentado, con buenos resultados”. Me sentí muy feliz y pensé que finalmente había encontrado una solución secreta. Hice lo que mi amigo me había dicho, y mis ojos realmente se sintieron muy aliviados y después de dos semanas sentí claramente que mis ojos ya no estaban secos. Más adelante, seguí aplicándome estas gotas, y los síntomas tales como sequedad y dolor nunca han aparecido otra vez. No pude evitar suspirar con emoción: ¡Qué milagrosa es esta pequeña planta! Mucha gente usa anteojos a prueba de radiación o usa gotas para los ojos, pero no encuentro que sean útiles. ¿Quién habría pensado que el té verde tiene un efecto medicinal tan maravilloso y no tiene efectos secundarios? Mis largos años de sufrimiento han terminado.
Luego, busqué en línea sobre los efectos del té verde. Solamente entonces, pude conocer, que aparte de proporcionar protección contra la radiación, puede también reducir la insolación, reduce “el ardor por acidez”, alimenta la parte del Yin, promueve la producción de líquidos corporales, elimina la sed, detiene la diarrea y la disentería, y cura úlceras. Por otra parte, tiene un valor terapéutico considerable para el tratamiento de la disforia e intranquilidad en noches de verano, y puede ayudar a curar las enfermedades causadas por el clima caliente, la humedad y los patógenos en verano, tales como varias formas de diarrea, enfermedad de la piel (pyocutaneous), hinchazón e inflamación, y así sucesivamente. Por lo tanto, el té verde es lo mejor para beber en verano. ¡Qué efectos extraordinarios tiene realmente el té verde!
Un día, leí estas palabras de Dios: “[…] entre todas las cosas, sean animales, plantas o todo tipo de hierbas, Dios también creó algunas plantas necesarias para curar las lesiones o las enfermedades del cuerpo humano. ¿Qué haces, por ejemplo, si te quemas? ¿Puedes lavar la quemadura con agua? ¿Puedes simplemente buscar un trozo de tela y envolverla? Así podría llenarse de pus o infectarse. ¿Qué haces, por ejemplo, si te quemas accidentalmente con una llama o con agua caliente? ¿Puedes enjuagarte con agua? Por ejemplo, si tienes fiebre, te resfrías, te lesionas a causa del trabajo físico, tienes dolor estomacal por haber comido algo indebido o desarrollas ciertas enfermedades por culpa de hábitos de vida o asuntos emocionales, como enfermedades vasculares, condiciones psicológicas o enfermedades de los órganos internos, existen plantas correspondientes que curan todo esto. Hay plantas que mejoran la circulación de la sangre para eliminar la paralización, plantas que alivian el dolor, que restañan el sangrado, plantas anestésicas, otras que ayudan a las personas a recuperar la normalidad en su piel, que eliminan la hemostasia y otras que eliminan las toxinas del cuerpo. En resumen, pueden usarse todas en la vida cotidiana. Las personas pueden utilizarlas y Dios las ha preparado para el cuerpo humano en caso de que las necesiten. Él permitió que el hombre descubriera algunas de ellas accidentalmente, mientras que otras llegaron a conocerse gracias a ciertos fenómenos o por ciertas personas preparadas por Dios. Tras su descubrimiento, la humanidad las transmitiría, y muchas personas sabrían de las mismas. De esta manera, la creación de estas plantas por Dios tiene valor y sentido. En resumen, todas estas cosas son de Dios y Él las preparó y plantó cuando creó un entorno de vida para la humanidad. Todas estas cosas son muy necesarias”.
Leyendo las palabras de Dios, sentí la misericordia y protección de Dios hacia nosotros, y sentí calor en mi corazón. Dios es como una madre amorosa que ama a Sus hijos de todas las maneras posibles. Para permitirnos vivir una vida mejor, antes de que Él nos creara, Él preparó todo lo que necesitaríamos en nuestras vidas, así como las diversas hierbas medicinales que pueden curar cualquier daño o enfermedad a nuestros cuerpos. Por ejemplo, después de usar una computadora por un largo períodos, la radiación de su pantalla conducirá a la sequedad y al dolor penetrante en los ojos. Para resolver este problema, la planta de té que Dios creó es útil. El té verde no sólo puede ser utilizado como gotas de ojos naturales, sino también tiene las características de reducir calor interno, aliviando la insolación, reduciendo “ardor por acidez” y otras funciones, todas sin efectos secundarios. Aparte de las hojas de té, las otras hierbas medicinales en nuestras vidas fueron también meticulosamente creadas por Dios para nosotros. Pueden resolver varias dolencias que aparecen en nuestros cuerpos, y aliviar nuestro dolor, para que podamos vivir sanos y salvos. Dios realmente nos ama tanto; la consideración de Dios por cada aspecto de nuestras vidas es tan maravillosa.
Mientras tanto, también he ganado experiencia práctica de la humildad oculta de Dios, y cómo Él siempre hace todo para nosotros silenciosamente. Cuando estaba en la escuela, admiré mucho al autor del Compendio de Materia Médica porque sentía que había hecho una gran contribución a la humanidad al descubrir todo tipo de hierbas medicinales. Pero ahora, entendí que detrás de esto estaba la meticulosa preparación de Dios. Sin embargo, Dios nunca ha expresado esto, abiertamente, a la humanidad, ni tiene la más mínima intención de tomar el crédito. En cambio, nos permite disfrutar directamente de todo esto. Cada pequeña acción que Dios realiza para nosotros refleja totalmente el inmenso amor del Creador hacia la humanidad.
El amor de Dios está con nosotros toda nuestra vida y nos trae inmensa ayuda práctica. Ofrezco mi agradecimiento y alabanzas a Dios desde mi corazón.
(Traducido del original en inglés al español por Xinia Arias Quirós)
Fuente: Evangelio de la Fuente de la Vida
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