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Entendí en la enfermedad que el dinero no puede traerme felicidad (II)

Practiqué la verdad a pesar de las tentaciones y dejé atrás mi vida anterior

Un día, un distribuidor vino a mi tienda y me dijo que me daría derechos de distribución para que pudiésemos trabajar juntos, y sus condiciones eran muy tentadoras. Después de escuchar lo que tenía que decir me sentí un poco indeciso; era el único con derechos de distribución en toda la capital y estaba ganando bastante dinero, y si trabajaba con él definitivamente ganaría más dinero. Sin embargo, ya estaba muy ocupado en la tienda; si me convertía en agente de otro tipo de bienes, estaría aún más ocupado y no tendría tiempo de ir a reuniones. Justo cuando me sentía muy confundido, estas palabras del Señor Jesús me vinieron a la mente: “Pues ¿qué provecho obtendrá un hombre si gana el mundo entero, pero pierde su alma? O ¿qué dará un hombre a cambio de su alma?” (Mateo 16:26). Estas palabras de Dios me tranquilizaron y me hicieron pensar en el pasado, cuando casi había perdido mi propia vida por ganar dinero. Si no hubiese aceptado el evangelio de Dios y reconocido los trucos de Satanás a través de las palabras de Dios, y también cómo usa el dinero para atraer a la gente, entonces habría acabado paralizado o habría muerto. Aunque por fuera pareciese que el hecho de que el distribuidor me buscase para pedirme que fuera un representante fuese una buena oportunidad para ganar más dinero, dentro de esto estaba escondido el engaño de Satanás. Una vez más Satanás estaba intentando utilizar el dinero para atraerme para que vendiese mi alma por dinero y continuase hundiéndome en el barrizal de la riqueza, mientras Satanás jugaba conmigo y me agotaba. Sabía que ya no podía seguir trabajando día y noche como una especie de máquina sólo para ganar dinero. Si me agoto hasta desplomarme y perder la vida, ¿qué valor tendrá todo el dinero del mundo? Considerando lo que había pasado y teniendo en cuenta la dirección de las palabras de Dios, rechacé la oferta del distribuidor con delicadeza.

Después leí otro pasaje de las palabras de Dios: “Porque uno ve que cuando no comprende el destino, cuando no entiende la soberanía de Dios, cuando anda a tientas voluntariamente, tambaleándose y cayendo, a través de la niebla, el viaje es demasiado difícil, demasiado descorazonador. Por tanto, cuando las personas reconocen la soberanía de Dios sobre el destino humano, los inteligentes escogen conocerla y aceptarla, decir adiós a los dolorosos días en los que intentaban construir una buena vida con sus propias manos, en lugar de seguir luchando contra el destino y perseguir a su manera los así llamados objetivos de la vida. Cuando uno no tiene a Dios, cuando no puede verlo, cuando no puede reconocer claramente la soberanía de Dios, cada día carece de sentido, es vano, miserable. Allí donde uno esté, cualquiera que sea su trabajo, sus medios de vida y la persecución de sus objetivos no le traen otra cosa que una angustia infinita y un sufrimiento que no se pueden aliviar, de forma que uno no puede soportar mirar atrás. Sólo cuando uno acepta la soberanía del Creador, se somete a Sus orquestaciones y arreglos, y busca la verdadera vida humana, se librará gradualmente de toda angustia y sufrimiento, se deshará de todo el vacío de la vida”.

Después de leer estas palabras de Dios, pensé en cómo había estado confiando en la labor de mis manos para crear una vida maravillosa para mí mismo, cómo había hecho que perseguir el dinero fuera la meta de mi vida por la que estaba luchando. El resultado para mí fue un sufrimiento insoportable, agotamiento mental y físico, vivir en dolor y perder la dirección en la vida. No tenía felicidad en absoluto en la vida. El dinero y la fama sólo pueden proporcionar gratificación para la carne y satisfacción temporal de la vanidad, pero no pueden llenar el vacío dentro del alma de una persona. Sólo ir ante Dios, seguirle y adorarle, y aceptar el sustento de vida de las palabras de Dios es tener una vida con valor y significado.  Además de eso, nuestro destino durante todas nuestras vidas está en manos de Dios, y todo lo que tenemos durante nuestro tiempo en la tierra fue determinado por Dios hace mucho tiempo. No es algo que podamos cambiar con nuestro propio trabajo duro. Cuando llegué a entender la voluntad de Dios, ya no estuve dispuesto a vivir según las filosofías de Satanás; estuve dispuesto a poner mi vida entera en manos de Dios y a someterme a Sus arreglos.

Viví una vida con significado al confiar en las palabras de Dios

Poco después de eso, una fábrica bien conocida en Cantón estaba buscando un agente general en mi capital. El director de la fábrica vino a mi tienda varias veces para hablarme acerca de esto y también me invitó a comer. Sabía que ya estaba bastante ocupado en la tienda y que, si añadía ese proyecto, no sólo tendría que invertir más energía para atender el negocio, sino que mis transacciones comerciales se volverían muy estresantes y estaría hasta las orejas de trabajo. Me di cuenta de que esto era una tentación de Satanás que me había sobrevenido, así que oré a Dios desde mi corazón: “¡Oh, Dios! Satanás está intentando tentarme con dinero ahora. Estoy dispuesto a apoyarme en Ti, para vivir por Tus palabras y no ser engañado por los trucos de Satanás. Por favor, protege mi corazón.” Después de orar, reforcé mi fe en que nunca más quería volver a mi vida anterior en la que Satanás jugaba conmigo. Rechacé la oferta. Después de dejar pasar la oportunidad, en realidad me sentí muy relajado y libre, y sabía que todo esto era el amor de Dios por mí.

Después de esto, mi mujer y yo gestionamos la ferretería y nuestras vidas volvieron a normalizarse. Nos tomamos días libres a menudo; también tuvimos tiempo para leer las palabras de Dios y con frecuencia nos reunimos con hermanos y hermanas y cantamos himnos. También cumplimos nuestros deberes en la iglesia y nos unimos a un equipo evangélico. Todos los días eran muy satisfactorios para mí; era como una persona completamente nueva. Le dije a mi mujer muy contento: “Mi salud estaba muy mal ante de ganar mi fe en Dios; tenía muchas enfermedades. Sentía que la posibilidad de la muerte estaba constantemente amenazándome y estaba viviendo con temor constante. Ahora siento que estoy completamente lleno de energía ilimitada y me siento mucho más tranquilo.” Mi mujer sonrió y pareció muy satisfecha. Sin embargo, todavía estaba un poco preocupada, así que me hizo volver al hospital para más revisiones. Volvimos al hospital para que me hicieran pruebas más completas. El médico miró los resultados y entonces dijo que mi salud era muy buena y que no tenía ningún problema. Con los resultados del laboratorio en la mano, me sentí profundamente conmovido y no pude dejar de dar gracias a Dios y alabarle. Sabía que esto era completamente la gracia de Dios por mí. Pensé en las palabras de Dios: “Al ser la esencia de Dios santa, esto significa que sólo por medio de Él puedes recorrer el camino brillante y correcto que cruza la vida; sólo a través de Dios puedes conocer el significado de la vida, puedes vivir una vida real, poseer la verdad, conocerla y obtener la vida desde la verdad. Sólo Dios mismo puede ayudar al hombre a apartarse del mal y librarse del daño y del control de Satanás. Aparte de Dios, nadie ni nada puede salvarte del mar de sufrimiento, para que dejes de sufrir: esto queda determinado por la esencia de Dios. Sólo Él mismo te salva tan desinteresadamente, sólo Él es responsable en última instancia por tu futuro, tu destino y tu vida, y Él lo dispone todo para ti. Esto es algo que nada creado o no creado puede conseguir”. A través de las palabras de Dios, realmente pude sentir Su amor abnegado por la humanidad. Pensé en el camino en el que me había embarcado; cuando estaba viviendo con sufrimiento y enfermedad, cuando estaba abrumado por el tormento de los problemas de salud y no quería seguir viviendo, la gracia de la salvación de Dios vino sobre mí. Esto me salvó del daño de Satanás y me llevó a la casa de Dios, permitiéndome escapar del sufrimiento de la enfermedad y dándome un refugio para mi alma. Cuando estaba atrapado en la red de Satanás, atado firmemente por las cadenas del dinero, fueron las palabras de Dios las que me llevaron a ver más allá de las intenciones siniestras de Satanás de corromper a la humanidad. Entonces, ya no estaba dispuesto a vivir según las leyes de supervivencia de Satanás. Me siento increíblemente afortunado por haber podido aceptar la obra de Dios de los últimos días y por caminar por el sendero de la vida de luz. Esta es la cosa más importante que alguien puede experimentar en la vida.

El fin.

Entendí en la enfermedad que el dinero no puede traerme felicidad (I)

Scripture quotations taken from LBLA Copyright by The Lockman Foundation.  

Fuente: Evangelio de la Fuente de la Vida

 

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