Reflexiones Cristianas | Después de haber superado la tentación de Satanás, mi voluntad de creer en Dios es más firme que antes
Creí en el Señor durante 8 años, y durante ese tiempo disfruté de la gracia y las bendiciones del Señor. Mi familia estaba a salvo y yo esperaba con confianza el regreso del Señor Jesús.
Una vez, mis hermanos y hermanas me predicaron el evangelio, testificando que el Señor Jesús ya había regresado y que era el Dios Todopoderoso encarnado. Al leer las palabras de Dios Todopoderoso, llegué a entender aspectos de la verdad acerca del plan de gestión de Dios de seis mil años, Sus tres fases de obra, y Su nombre, que eran cosas que no entendía en el pasado. Después de una minuciosa consideración, me di cuenta de que, si Dios no nos hubiese dicho estas cosas personalmente, ¿quién podría ser capaz de conocer el plan de gestión de Dios de seis mil años o Su obra en los últimos días? Mi corazón me confirmó que las palabras de Dios Todopoderoso eran la voz de Dios, y que el Señor había regresado realmente, así que lo acepté alegremente.
Llega la primera tentación y veo claramente las intenciones siniestras de Satanás
Poco después de un mes desde que acepté la obra de Dios de los últimos días, era fin de año, y fui al mercado a hacer mis compras de Año Nuevo con el salario de un poco más de 3.000 yuanes, que acababa de recibir. Después de comprarlo todo y contar lo que me quedaba, me di cuenta de que me faltaban 2.100 yuanes. No tenía ni idea de cuándo o cómo me habían robado el dinero los carteristas. La idea de que el dinero por el que había trabajado tan duro hubiese desaparecido me hizo sentir miserable, por no decir furioso, e inmediatamente después, varias preguntas se formaron en mi corazón: “¿No se supone que Dios nos cuida y nos protege si creemos en Él? ¿Cómo podía haberme encontrado con un carterista? Había creído en el Señor durante 8 años y nunca me había pasado nada parecido. ¿Cómo me podían haber robado el dinero justo poco más de un mes después de aceptar esta etapa de Su obra?” Cuanto más pensaba en ello, más inquieto me sentía.
Volví a casa sintiéndome inseguro y nervioso y allí la debilidad creció en mi corazón. Creía en Dios, entonces, ¿cómo podía haberme pasado algo así a mí? Pero, entonces recordé que las cosas dichas por Dios Todopoderoso eran cosas que no podía decir cualquiera, y que eran las palabras de Dios, ¡así que tenía razón por creer! Entonces, ¿por qué no me estaba cuidando y protegiendo Dios? No lo podía entender, y me encontré en un dilema y me sentí muy afligido.
Varios días después, mi hermano vino a una reunión en mi casa y le conté todo lo que había sucedido. Me dijo que orase a Dios y que primero intentase calmarme y entender la voluntad de Dios. Después de esto, oramos juntos, y me leyó un pasaje de la palabra de Dios: “En cada paso de la obra que Dios hace en el interior de las personas, externamente parece que se producen interacciones entre las personas, como nacidas de disposiciones humanas, o de la interferencia humana. Sin embargo, detrás de bambalinas, cada etapa de la obra, y todo lo que acontece, es una apuesta hecha por Satanás delante de Dios, y exige que las personas se mantengan firmes en su testimonio de Dios. Mira cuando Job fue probado, por ejemplo: detrás de la escena, Satanás estaba haciendo una apuesta con Dios, y lo que aconteció a Job fue obra de los hombres, y la interferencia de estos. Detrás de cada paso que Dios da en vosotros está la apuesta de Satanás con Él, detrás de todo ello hay una batalla”.
Compartió: “Hermano, a través de las palabras de Dios, podemos entender que algunas cosas parecen ser hechas por el hombre, pero en realidad son parte de una batalla espiritual. Son las tentaciones de Satanás y las pruebas de Dios que vienen a nosotros. Si hoy aceptamos la obra del Dios Todopoderoso, podemos escuchar las palabras de Dios y obtener la verdad de Dios, esto significa que hemos traicionado a Satanás, escapado del campamento de Satanás y regresado a la presencia de Dios. Pero Satanás no se conforma con dejarnos ir. Sabe que nuestra nueva fe en Dios es inestable, así que crea desastres para perturbarnos y para arruinar nuestra relación con Dios. Su meta es producir en nosotros dudas sobre Dios, y entonces hacernos negar y traicionar a Dios, y finalmente volver a capturarnos en su trampa, donde puede mandarnos y controlarnos. Así que debemos ver las cosas según las palabras de Dios. En la superficie, parece que un carterista te robó el dinero, pero en realidad este es uno de los trucos de Satanás. Satanás quiere usar esto para hacer que niegues a Dios y abandones la fe. Si nos volvemos negativos y débiles, si abandonamos a Dios, entonces el plan de Satanás habrá tenido éxito. Esta es una batalla invisible en el mundo espiritual. Es como en la Biblia, cuando Dios elogió a Job como un hombre justo, pero Satanás no creyó a Dios y acusó a Job de adorar a Dios porque Dios había bendecido a Job, así que Satanás tentó a Job. Job perdió sus montañas de ovejas y ganado y a sus diez hijos, y le salieron forúnculos por todo el cuerpo. Pero, en esta batalla espiritual, Job se mantuvo en el camino de temer a Dios y apartarse del mal, no negó nunca a Dios, no formuló nunca ninguna queja contra Dios, y en realidad glorificó el nombre de Dios y se mantuvo firme, y testificó por Dios. Satanás fue humillado por completo y fracasó. Después de esto, Dios llamó ‘Un hombre perfecto y recto, que teme a Dios y se aparta del mal’ a Job, y él recibió bendiciones multiplicadas de Dios. Así que, debemos ver este asunto de manera clara, buscar la verdad y confiar en Dios para mantenernos firmes y dar testimonio de Dios, de lo contrario seremos engañados por los trucos de Satanás”.
Después de escuchar las palabras de Dios y la palabra de mi hermano, de repente me di cuenta de lo que estaba ocurriendo. Había una batalla espiritual detrás de mi dinero perdido, y era Satanás haciendo una apuesta con Dios. A menudo había leído el Libro de Job, pero ¿por qué no entendí la voluntad de Dios? Para evitar que recibiese la salvación de Dios en los últimos días, Satanás había creado deliberadamente un desastre, lo que me hizo creer equivocadamente que había sido causado por Dios Todopoderoso, así que me quejé porque Dios no me protegió y caí en la debilidad. Si no fuese por las palabras de Dios y la palabra de mi hermano, ¡casi habría vuelto al campamento de Satanás y perdido la salvación de Dios!. Después de sufrir el robo de mi dinero, vi más claramente las intenciones siniestras de Satanás.
Después de nuestra reunión, oré a Dios, diciendo: “¡Dios Todopoderoso! A través de la palabra de hoy, sé que Satanás utilizó el robo de mi dinero para hacer que me quejase contra Ti y te dejase, y casi caí en la trampa de Satanás. Ahora quiero dejar atrás mis malentendidos sobre Ti. No quiero estar del lado de Satanás, quiero mantenerme firme y testificar por Ti, y humillar a Satanás.” Después de orar, me sentí mucho menos agobiado y más seguro, y ya no viví con dudas.
Llega la segunda tentación y entiendo mis ideas equivocadas de creer en Dios
Pero Satanás no se detuvo ahí. Después de algún tiempo, de repente, me empezó a doler la pierna tanto que no podía caminar y el medicamento no me hacía ningún efecto. Estaba preocupado por quedarme inválido. Empecé a volverme débil de nuevo. Pensé en cómo, desde que había aceptado la obra nueva de Dios, había leído la palabra de Dios todos los días, pero ¿por qué me seguían pasando cosas malas? Cuanto más pensaba en ello, más negativo se volvía mi estado. Vivía en un tormento y ya no quería leer la palabra de Dios.
Después, mis hermanos y hermanas vinieron a una reunión, y cuando vieron mi estado negativo, me preguntaron de manera considerada qué es lo que me ocurría, y entonces encontraron pasajes de la palabra de Dios que hablaban de mi estado y compartieron conmigo. Vi las palabras de Dios que decían: “¿Cuántos creen en Mí sólo para que los sane? […] ¿Y cuántos creen en Mí simplemente para recibir de Mí la paz y el gozo? ¿Cuántos creen en Mí sólo para demandar de Mí más riqueza material y cuántos creen en Mí sólo para pasar esta vida con seguridad y para estar sanos y salvos en el mundo por venir? ¿Cuántos creen en Mí sólo para evitar el sufrimiento del infierno y recibir las bendiciones del cielo? ¿Cuántos creen en Mí sólo por una comodidad temporal, pero no buscan obtener nada en el mundo por venir? Cuando hice descender Mi furia sobre el hombre y le quité todo el gozo y la paz que originalmente poseía, el hombre se volvió confuso. Cuando le di al hombre el sufrimiento del infierno y recuperé las bendiciones del cielo, la vergüenza del hombre se convirtió en ira. Cuando el hombre me pidió que lo sanara, pero Yo no le respondí y sentí aborrecimiento por él, el hombre se apartó de Mí y buscó el método de los doctores brujos y de la hechicería. Cuando le quité al hombre todo lo que me había exigido, todos ellos desaparecieron sin dejar rastro. Por lo tanto, digo que el hombre tiene fe en Mí porque doy demasiada gracia y tiene demasiado que ganar”.
Mi hermano compartió: “Dios revela nuestras ideas equivocadas sobre la creencia en Él. Cuando creemos en Dios por primera vez, cada uno de nosotros espera obtener seguridad y bendiciones de Dios. Esperamos que nuestras enfermedades sean curadas, tener suficiente dinero y que finalmente recibiremos nuestra salvación y entraremos en el reino del cielo. Pero, cuando no obtenemos estas cosas, empezamos a dudar y a negar a Dios, o incluso abandonamos a Dios, pero estas nociones de creencia en Dios para negociar con Él están equivocadas. Satanás utiliza este punto débil nuestro para atacarnos, y al hacer que enfermemos o dañar nuestros intereses, causa problemas en nuestra relación con Dios con el objetivo de tentarnos para que neguemos y abandonemos a Dios, y al final tragarnos. Así que, si no cambiamos nuestras nociones de creer en Dios para obtener bendiciones y beneficios, nos condenaremos a nosotros mismos entre las tentaciones y perturbaciones de Satanás. La primera vez, un carterista te robó el dinero, pero al leer las palabras de Dios, te diste cuenta del truco de Satanás y estuviste aún más decidido a creer en Dios, pero Satanás no se conforma con rendirse. Esta vez, Satanás te está haciendo sufrir el dolor de la enfermedad y la pérdida de seguridad, y su objetivo es hacer que rechaces a Dios. ¡Tenemos que ver claramente los trucos de Satanás! Dios odia ver que Satanás nos hace daño y espera que dejemos de lado nuestras nociones equivocadas sobre la creencia en Dios y utilicemos Sus palabras para vencer a Satanás, para que los trucos de Satanás pierdan su eficacia sobre nosotros y podamos mantenernos firmes en el camino de creer en Dios. Hermano, ¿te ayuda esta palabra a entender?”
Cuando escuché esto, de repente me di cuenta: “Durante muchos años, me he aferrado a la noción de ganar bendiciones en mi creencia en Dios. Lo que he estado haciendo es negociar con Dios, utilizando a Dios para conseguir mis propios objetivos. Mis intenciones al creer en Dios eran despreciables y no estaban de acuerdo con la voluntad de Dios en absoluto. Si sigo creyendo así, ¿cómo me recibirá el Señor en Su hogar en el cielo alguna vez? Si no fuese por las palabras de Dios Todopoderoso que revelaron mis intenciones equivocadas, nunca habría podido saber que mis ideas de creencia en Dios son incorrectas. Deseo dejar de lado mis ideas equivocadas de creer en Dios, tratar mi enfermedad correctamente, creer en Dios y adorarle con un corazón sincero, y no abrirle la puerta a Satanás. Sé que Job tuvo forúnculos por todo el cuerpo, nunca perdió la esperanza ni se sintió decepcionado, ni tampoco se quejó de Dios por su dolor carnal. Siguió glorificando a Dios y finalmente Satanás fue humillado. Estoy muy lejos de conseguir lo que Job hizo, pero mis circunstancias actuales son un examen de Dios para mí. Quiere ganar mi corazón, y también quiere que utilice testimonio verdadero para contrarrestar el truco de Satanás. Así que aprenderé del ejemplo de Job, no culparé a Dios, y me mantendré firme y testificaré por Dios”.
Entonces, compartió un pasaje de las palabras de Dios conmigo: “Se exige la fe de las personas cuando algo no puede verse a simple vista, cuando no puedes abandonar tus propias nociones. Cuando no tienes clara la obra de Dios, lo que se requiere es tu fe y que adoptes una posición firme y que seas testigo”. A través de las palabras de Dios, entendí que, cuando me vienen circunstancias que no están de acuerdo con mis nociones, necesito permanecer en el bando de Dios con seguridad y determinación, y no culpar o negar a Dios, porque sólo entonces veré los actos milagrosos de Dios. Con el aliento de las palabras de Dios, tuve fe para superar mi enfermedad. Utilicé mi fe para orar y confiar en Dios, y poco a poco, mi pierna se recuperó. Había superado otra de las tentaciones de Satanás y visto la autoridad y el poder de las palabras de Dios.
Más adelante, la iglesia dispuso que yo liderase un grupo pequeño. Estaba muy emocionado por la oportunidad de practicar el cumplimiento de mis deberes y crecer y aprender con mis hermanos y hermanas, así que acepté el encargo. Pero entonces surgió otro problema inesperado...
Llega de nuevo la tentación del tormento por mi enfermedad; las palabras de Dios me dan fe
No sé cómo, pero contraje una enfermedad extraña en la parte inferior del cuerpo, que era muy dolorosa y me resultaba muy vergonzoso hablar de ella. Pensé que había creído en el Señor durante tantos años, siempre me había mantenido lejos de lugares de vicio e iniquidad, y siempre me había comportado con integridad, así que esta enfermedad me tomó por sorpresa. ¿Cómo me verían los demás si se enteraran? ¡Era simplemente increíble que yo contrajese esta enfermedad! Pero, en mi confusión, de pronto me di cuenta de que esta era otra de las tentaciones de Satanás. Sólo Satanás podía hacer algo tan despreciable. Las dos primeras veces que fui tentado, fueron mis hermanos y hermanas los que me ayudaron a entender las palabras de Dios y ver más allá de los trucos de Satanás. Esta vez, Satanás estaba utilizando este tipo de enfermedad vergonzosa para impugnar mi carácter. Sabía que me daría vergüenza decírselo a mis hermanos y hermanas, así que utilizó este método engañoso para hacerme malinterpretar y culpar a Dios. Pero, ya había tenido dos experiencias, y esta vez no caí en la negatividad. Sabía que sólo las palabras de Dios pueden vencer a Satanás, así que oré a Dios: “¡Dios! Sé que tengo esta enfermedad porque Tú lo has permitido. No quiero que los trucos de Satanás me hagan dudar de Ti y culparte, así que te pido que me guíes y me ayudes a entender Tu voluntad”.
Después de orar, pensé en las palabras de Dios: “El ambiente que nos rodea, así como las personas, asuntos y objetos, todo está permitido por Su trono. No tengas un corazón quejumbroso, o Dios no concederá Su gracia sobre ti. Cuando la enfermedad llega, es debido al amor de Dios y ciertamente Sus buenas intenciones en esa situación. Incluso cuando tu cuerpo pasa por el sufrimiento, no tomes ideas de Satanás. Alaba a Dios en medio de la enfermedad y disfruta a Dios en medio de tu alabanza. No pierdas la esperanza ante la enfermedad, sigue buscando y nunca te rindas, y Dios hará brillar Su luz sobre ti. ¿Cuánta fe tenía Job? ¡Dios Todopoderoso es un médico lleno de poder! Vivir en la enfermedad es estar enfermo, pero habitar en el espíritu es estar bien. Si aún tienes aunque sea un aliento de vida, Dios no te dejará morir”. El esclarecimiento y dirección en la palabra de Dios me mostraron qué hacer. El amor de Dios estaba en la llegada de mi enfermedad y no podía culpar a Dios por estar enfermo. Simplemente tenía que confiar en que Dios es todopoderoso y que cuándo me recuperase dependía completamente de Dios. Y, mientras sufría en mi enfermedad, tuve que confiar verdaderamente en Dios, acudir a Dios y aprender del ejemplo de Job. Pasase lo que pasase, tenía que alabar a Dios y seguir a Dios Todopoderoso decididamente. Aunque mi enfermedad me causó dolor, no culpé a Dios, y estuve decidido a continuar con mis deberes. Después de algún tiempo, esta enfermedad extraña se curó sola. Vi que las acciones de Dios son verdaderamente maravillosas y le di gracias a Dios desde el fondo de mi corazón.
Una y otra vez, experimenté personalmente las perturbaciones de Satanás, pero gracias a la dirección de las palabras de Dios, tuve discernimiento de las intenciones siniestras de Satanás. Sabía que Satanás era despreciable, malvado y lleno de decepción y engaños. Su esencia es la de un demonio que hace daño a la gente, se traga a la gente y evita que creamos en Dios o le sigamos. Sólo al verle claramente y rechazarle pude escapar de sus garras oscuras. Al mismo tiempo, también vi las adversidades y la dificultad que Dios sufre para salvarnos. Cuando Satanás me dañó, Dios permaneció a mi lado, utilizando Sus palabras para guiarme, ayudarme a diferenciar el bien del mal y lo correcto de lo incorrecto, y hacer que sea capaz de rechazar a Satanás y seguir a Dios decididamente. Finalmente, evité todas las trampas de Satanás y cambié mis ideas incorrectas acerca de la creencia en Dios mientras estaba enfermo, y Satanás fue humillado y se retiró. En esta batalla invisible, lo que más sentí fue el amor de Dios. En medio de mi propio dolor y mi confusión, la mano de Dios me guió, evitó que perdiese el rumbo entre las tentaciones de Satanás, me ayudó a vencerlas una a una, y me permitió mantenerme firme y testificar por Dios.
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