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¿A qué se refieren los vencedores en la Biblia?

¿A qué se refieren los vencedores en la Biblia?

 

Cuando oyen hablar de los “vencedores”, la mayoría de los cristianos piensan en aquellos que laboran y trabajan para el Señor, que pueden guardar el nombre del Señor, que pueden estar sentados en la cárcel durante años sin negar al Señor, y que experimentan todo tipo de persecuciones y tribulaciones y aun así pueden ser testigos; son los vencedores a los que se hace referencia en el Apocalipsis. ¿Es esa la opinión correcta? ¿A qué, exactamente, se refieren los vencedores en la Biblia?

Primero, leamos las palabras de Dios sobre el tema. En el Apocalipsis, está profetizado que: “Estos son los que no se han contaminado con mujeres, pues son castos. Estos son los que siguen al Cordero adondequiera que va. Estos han sido rescatados de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero. En su boca no fue hallado engaño; están sin mancha” (Apocalipsis 14:4-5). Las palabras de Dios dicen: “Aquellos a los que Dios alude como vencedores son los que siguen siendo capaces de mantenerse como testigos, de conservar su confianza, y su devoción a Dios cuando están bajo la influencia de Satanás y bajo su asedio, es decir, cuando están entre las fuerzas de las tinieblas. Si sigues siendo capaz de mantener un corazón puro y tu amor genuino por Dios pase lo que pase, te mantienes como testigo ante Él, y esto es a lo que Él se refiere como ser un vencedor”. “Quienes son hechos completos antes del desastre son obedientes a Dios, confían en Cristo, dan testimonio de Cristo y lo exaltan; son los hijos varones victoriosos y los buenos soldados de Cristo”. En las palabras de Dios, podemos ver que los “vencedores” se refieren a aquellos que son pastoreados por el Cordero ante el trono. Tienen la verdad como vida, sus caracteres corruptos han sido completamente purificados, ya no pecan ni se resisten a Dios, son capaces de temer a Dios y evitar el mal, y no importa cómo Cristo obre o hable, son capaces de obedecer absolutamente, seguir de cerca los pasos del Cordero, y de ser leales a Dios y a ningún otro. Aunque sufran persecución o tribulación, persisten en leer la palabra de Dios como de costumbre y en cumplir con los deberes de un ser creado. Hacen esto puramente por amor a Dios y para satisfacer a Dios, viven para hacer la voluntad de Dios, y no se quejan aunque sufran toda clase de tormentos y pruebas. Son obedientes a Dios hasta la muerte, y dan un hermoso y resonante testimonio de Dios. Este pueblo es el vencedor que Dios perfeccionará, y estos son los 144,000 hijos varones victoriosos profetizados en el Apocalipsis, lo cual cumple totalmente la profecía en el Apocalipsis de que: “Estos son los que vienen de la gran tribulación, y han lavado sus vestiduras y las han emblanquecido en la sangre del Cordero” (Apocalipsis 7:14).

Examinemos nuestros comportamientos. Aunque laboremos y trabajemos para el Señor, y no neguemos el nombre del Señor cuando somos perseguidos o encarcelados, aún existen caracteres corruptos dentro de nosotros, y seguimos pecando y nos resistimos a Dios con frecuencia. Por ejemplo, cuando la obra y las palabras de Dios no concuerdan con nuestras nociones, juzgamos, condenamos y negamos casualmente la obra de Dios. O, cuando servimos a Dios, también intentamos comerciar con Dios, y trabajamos y gastamos para obtener bendiciones y coronas. A medida que trabajamos y predicamos, a menudo también nos exaltamos y testificamos de nosotros mismos porque siempre deseamos un lugar en el corazón de los demás. Cuando experimentamos enfermedades carnales, dolor o desastre, nos volvemos negativos, culpamos a Dios por no protegernos, o discutimos con Dios, etc. A partir de estos hechos, podemos ver que los caracteres satánicos dentro de nosotros no han sido purificados, que somos incompatibles con Dios, y que somos capaces de traicionar a Dios en cualquier lugar y tiempo. ¿Cómo pueden personas como estas ser vencedoras? Por lo tanto, creer en el Señor, no negar el nombre del Señor cuando somos arrestados, y ser capaces de testificar cuando experimentamos persecución y tribulación, significa simplemente que hemos vencido la persecución del Partido Comunista de China y que tenemos una fe sincera. Pero, los caracteres corruptos dentro de nosotros no han cambiado, todavía nos falta el verdadero conocimiento de nuestras naturalezas y esencias satánicas, no hemos vencido la carne ni la influencia de Satanás, y no somos personas que son obedientes a Dios o que pueden temer a Dios y evitar el mal. De esta manera, estamos muy por debajo de los estándares para ser vencedores.
Entonces, ¿cómo podemos escapar de estos caracteres corruptos y convertirnos en vencedores? Todos los que entienden la Biblia saben que los vencedores son perfeccionados por Dios antes de que llegue el gran desastre. Es tal como dice la profecía en el Apocalipsis: “Y escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: […] Porque has guardado la palabra de mi perseverancia, yo también te guardaré de la hora de la prueba, esa hora que está por venir sobre todo el mundo para poner a prueba a los que habitan sobre la tierra. Vengo pronto; retén firme lo que tienes, para que nadie tome tu corona. Al vencedor le haré una columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, que desciende del cielo de mi Dios, y mi nombre nuevo. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias” (Apocalipsis 3:7, 10-13).

También se dice en 1 Pedro 4:17 que: “Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; […]”. La Biblia profetiza que el Espíritu Santo hablará a todas las iglesias, que la iglesia en Filadelfia será levantada, que el juicio comenzará en la casa de Dios, etc. Todo esto se refiere a la obra que va a hacer el Señor Jesús cuando regrese. Dios regresará en los últimos días para comenzar la obra de juicio en la casa de Dios para perfeccionar a este grupo de vencedores. Las vírgenes prudentes escucharán la voz de Dios, darán la bienvenida al Señor y seguirán los pasos del Cordero. Ellas vendrán ante Dios y obtendrán el riego y el alimento de las palabras de Dios, sus caracteres serán purificados, y serán capaces de vencer toda la variedad de tentaciones de Satanás y producir hermosos testimonios. Estas personas son las verdaderas vencedoras.

Leamos dos pasajes de las palabras de Dios: “Dios trae a todos los que han entrado en Su reino, es decir, a todos los que le han sido leales hasta el final, a la era de Dios mismo. Sin embargo, hasta la llegada de la era de Dios mismo la obra que Dios debe hacer no es la de observar las acciones del hombre ni indagar sobre la vida del hombre, sino juzgar su rebelión, porque Dios purificará a todos los que vengan ante Su trono. Todos los que han seguido los pasos de Dios hasta el día de hoy son los que han venido ante el trono de Dios, y siendo esto así, cada persona que acepta la obra de Dios en su fase final es el objeto de la purificación de Dios. En otras palabras, todo el que acepta la obra de Dios en su fase final es el objeto del juicio de Dios”. “ Ya he dicho antes que un grupo de vencedores será ganado del Este, vencedores que proceden de la gran tribulación. ¿Qué significan estas palabras? Quieren decir que estas personas que han sido ganadas sólo obedecieron de verdad después de pasar por el juicio y el castigo, de ser tratados y podados, y de todo tipo de refinamiento. La creencia de estas personas no es imprecisa ni abstracta, sino práctica. No han visto señales y prodigios ni milagros; no hablan de letras y doctrinas incomprensibles ni de percepciones profundas, sino que tienen realidad y las palabras de Dios, y un conocimiento verdadero de Su realidad. ¿Acaso no es más capaz un grupo así de dejar claro el poder de Dios?”. Las palabras de Dios nos dicen que los verdaderos vencedores son producidos a través de experimentar la obra del juicio de Dios en los últimos días. Dios en los últimos días expresa todas las verdades que purifican y salvan a la gente, juzga y expone la naturaleza satánica de la humanidad de resistirse a Dios y la verdad de su corrupción, y revela a la gente el carácter justo y santo de Dios que no admite ofensas. Cuando la gente experimenta el juicio, el castigo, la poda, el trato, las pruebas y el refinamiento en las palabras de Dios, ven genuinamente que su esencia está profundamente corrompida por Satanás, la verdad de su profunda corrupción, y la fealdad en ellos mismos: ellos ven que son arrogantes, engreídos, egoístas, despreciables, corruptos y taimados, que detestan la verdad, que están llenos de nociones e ideas imaginadas acerca de Dios, que podrían resistirse y traicionar a Dios en cualquier momento, que descienden exclusivamente de Satanás, que son personas que se resisten a Dios, y que son completamente indignos de presentarse ante Dios o ser salvos por Dios. Al mismo tiempo, también sienten sinceramente que las palabras de Dios son la verdad, que son totalmente convincentes, y más que eso, experimentan genuinamente que la santidad de Dios no tolera la suciedad contaminante y que el carácter de Dios no soporta ofensa alguna, sobre lo cual generan verdadero temor de Dios en sus corazones, y que son capaces de obedecer a Dios y vivir de acuerdo con las palabras de Dios. En el proceso de experimentar el juicio y el castigo de Dios, ellos generan toda una variedad de testimonios resonantes de vencer la influencia de Satanás en las tinieblas, especialmente aquellos que dan testimonio mientras experimentan la cruel persecución del Partido Comunista de China, y con este testimonio de vencer, se convierten en los vencedores que Dios perfeccionará en los últimos días.

Hermanos y hermanas, confío en que la enseñanza mencionada arriba nos ayudará a entender lo que son los “vencedores”. Debemos escuchar atentamente las palabras que el Espíritu Santo dice a las iglesias, aceptar el nuevo nombre de Dios en los últimos días y seguir las huellas del Cordero si queremos ser perfeccionados por Dios para ser vencedores antes de que llegue el gran desastre.

Scripture quotations taken from LBLA. Copyright by The Lockman Foundation.

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