Hace dos mil años, cuando el Señor Jesús resucitado ascendió al cielo, prometió a Sus seguidores: “[…] porque voy a preparar un lugar para vosotros. Y si me voy y preparo un lugar para vosotros, vendré otra vez y os tomaré conmigo; para que donde yo estoy, allí estéis también vosotros” (Juan 14:2-3). Por la promesa del Señor,