Dios dice: “Pero a medianoche se oyó un clamor: «¡Aquí está el novio! Salid a recibirlo.»” (Mateo 25:6). “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco y me siguen” (Juan 10:27).
“Dondequiera que Dios aparece, allí se expresa la verdad y estará la voz de Dios. Sólo los que pueden aceptar la verdad podrán escuchar la voz de Dios y sólo tales personas están calificadas para presenciar la aparición de Dios”.