La oración es una forma para que los cristianos mantengamos una relación adecuada con Dios. Especialmente, las oraciones en la mañana y en la noche son indispensables. Aunque el hermano Zhang insistió en orar todos los días, todavía sentía que el Señor no escuchaba su oración, y que incluso no podía sentir su presencia. Cuando publicó este sentimiento en Internet, provocó interés entre muchos hermanos y hermanas.