· 

Cómo obtener la salvación eterna (Parte 2)


Prédica cristiana | Cómo obtener la salvación eterna de Dios

 

Entonces, ¿cómo podemos alcanzar la salvación eterna de Dios?

 

El Señor Jesús profetizó: “Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis soportar. Pero cuando Él, el Espíritu de verdad, venga, os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y os hará saber lo que habrá de venir” (Juan 16:12-13). “Si alguno oye mis palabras y no las guarda, yo no lo juzgo; porque no vine a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo. El que me rechaza y no recibe mis palabras, tiene quien lo juzgue; la palabra que he hablado, esa lo juzgará en el día final” (Juan 12:47-48). Y también dice 1 Pedro 4:17: “Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; […]”. El Señor Jesús sabía que aquellos que acababan de ser redimidos de la ley no podrían lograr nada más que la confesión y el arrepentimiento sobre la base de conocer su pecado. No serían capaces de verdades más profundas sobre cómo escapar del pecado. El Señor Jesús estaba entendiendo la falta de madurez de la humanidad, por lo que en ese momento no expresó verdades para que la gente lograra la purificación. En cambio, profetizó que tendría que volver en los últimos días y realizar la obra del juicio comenzando con la casa de Dios, para decirnos todas las verdades necesarias para purificar y salvar a la humanidad por completo. Esto nos permite aprender el camino hacia un cambio en el carácter, librarnos de nuestra pecaminosidad y nos permite deshacernos de nuestros caracteres satánicos y corruptos, y lograr la pureza y obtener la salvación eterna. Tal como dice Hebreos 9:28: “Así también Cristo, habiendo sido ofrecido una vez para llevar los pecados de muchos, aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvación de los que ansiosamente le esperan”.

 

Hoy, estas profecías ya se han cumplido. El Señor Jesús volvió a caminar entre nosotros hace mucho tiempo, y ha pronunciado todas las verdades para purificar y salvar a la humanidad, en el nombre del Dios Todopoderoso. Él ha iniciado la obra del juicio comenzando con la casa de Dios para resolver completamente la naturaleza pecaminosa de la humanidad, permitiendo que las personas sean limpiadas de sus pecados. Esta es la salvación eterna que Dios nos otorga. Ahora, echemos un vistazo a algunos pasajes de las palabras de Dios para profundizar en cómo la obra del juicio de Dios en los últimos días puede limpiar los pecados del hombre y traerles la salvación eterna.

 

Dios Todopoderoso dice: “En los últimos días Cristo usa una variedad de verdades para enseñar al hombre, para exponer la esencia del hombre y para analizar minuciosamente sus palabras y acciones. Estas palabras comprenden verdades diversas tal como: el deber del hombre, cómo el hombre debe obedecer a Dios, cómo debe ser leal a Dios, cómo debe vivir una humanidad normal, así como también la sabiduría y el carácter de Dios, y así sucesivamente. Todas estas palabras son dirigidas a la esencia del hombre y a su carácter corrupto. En particular, las palabras que exponen cómo el hombre desdeña a Dios con relación a cómo el hombre es una personificación de Satanás y una fuerza enemiga contra Dios. Al emprender Su obra de juicio, Dios no deja simplemente en claro la naturaleza del hombre con sólo unas pocas palabras; la expone, la trata y la poda a largo plazo. Estos métodos de exposición, de trato y poda, no pueden ser sustituidos con palabras ordinarias, sino con la verdad que el hombre no posee en absoluto. Sólo los métodos de este tipo se consideran juicio; sólo a través de este tipo de juicio puede el hombre ser doblegado y completamente convencido de la sumisión a Dios y, además, obtener un conocimiento verdadero de Dios. Lo que la obra de juicio propicia es el entendimiento del hombre sobre el verdadero rostro de Dios y la verdad sobre su propia rebeldía. La obra de juicio le permite al hombre obtener mucho entendimiento de la voluntad de Dios, del propósito de la obra de Dios y de los misterios que le son incomprensibles. También le permite al hombre reconocer y conocer su esencia corrupta y las raíces de su corrupción, así como descubrir su fealdad. Estos efectos son todos propiciados por la obra de juicio, porque la esencia de esta obra es, en realidad, la obra de abrir la verdad, el camino y la vida de Dios a todos aquellos que tengan fe en Él. Esta obra es la obra de juicio realizada por Dios”.

 

“Dios tiene muchos medios para perfeccionar al hombre. Emplea toda clase de ambientes para tratar con el carácter corrupto del hombre y usa varias cosas para poner al hombre al descubierto; en un sentido trata con el hombre, en otro pone al hombre al descubierto y en otro revela al hombre, escarbando y revelando los ‘misterios’ en las profundidades del corazón del hombre, y mostrándole al hombre su naturaleza revelando muchos de sus estados. Dios perfecciona al hombre a través de muchos métodos —por medio de la revelación, por medio del trato, por medio del refinamiento y el castigo— para que el hombre pueda saber que Dios es práctico”.

 

Podemos ver en las palabras de Dios que en los últimos días, la obra de Cristo de juzgar y limpiar a la humanidad se realiza principalmente pronunciando palabras. Las palabras expresadas por Dios en los últimos días contienen muchos aspectos de la verdad. Por ejemplo, exponen las manifestaciones de personas que viven con caracteres satánicos como la arrogancia, el egoísmo, y el engaño; cómo las personas pueden lograr sumisión y temor a Dios; la perspectiva correcta de la fe que debemos tener como creyentes. Todas estas palabras revelan el carácter justo de Dios, y son una expresión de lo que Dios tiene y es. Para la humanidad, corrompida por Satanás, estas verdades en sí mismas son una exposición despiadada y un juicio justo: condenan y maldicen a la humanidad al tiempo que las purifican. Tal como dice la Biblia: “Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que cualquier espada de dos filos; penetra hasta la división del alma y del espíritu, de las coyunturas y los tuétanos, y es poderosa para discernir los pensamientos y las intenciones del corazón” (Hechos 4:12). Debemos aceptar el juicio y el castigo de las palabras de Dios, y luego pasar por ser podados, tratados, probados y refinados por las diversas personas, eventos y cosas establecidas por Dios. Esta es la única forma en que podemos ver nuestra propia fealdad, inmundicia, y nuestra rebeldía y resistencia contra Dios, y luego comenzar a odiarnos a nosotros mismos. Entonces podemos ocupar una autoreflexión y arrepentimiento genuinos, al mismo tiempo viendo el carácter de Dios que no tolera ninguna ofensa, desarrollando unos corazones de reverencia por Dios, y estar dispuestos a aceptar el juicio, el castigo, las pruebas, y el refinamiento de Dios; podemos aceptar la verdad como nuestra propia ley para nuestra conducta. Gradualmente, nuestros caracteres corruptos que están tan profundamente arraigados dentro de nosotros pueden ser limpiados, poco a poco. Es como un vaso lleno hasta el borde de agua sucia, y como la verdad (el agua limpia) se vierte continuamente en ese vaso, la suciedad se enjuaga y se reemplaza. Antes de que te des cuenta, ese vaso ha sido limpiado, y todo lo que queda dentro es el agua cristalina y pura.

 

Tomemos, como ejemplo, nuestro carácter satánico de la arrogancia que gobierna sobre nosotros. En nuestras vidas, siempre queremos ejercer poder y tener la última palabra, y no importa lo que hagamos, queremos que otros nos escuchen. Somos completamente incapaces de ser equilibrados en las negociaciones con los demás. Nos enfurecemos y nos enojamos cuando las opiniones de otras personas no están en línea con las nuestras, pero después de mostrar nuestro temperamento, nos sentimos angustiados, y hay una oscuridad en nuestros espíritus. No podemos sentir la presencia de Dios. En momentos como este, las palabras de Dios están dentro de nosotros, reprendiéndonos, y a veces Dios hará que aquellos que nos rodean nos expongan y nos traten. Podemos obtener cierta comprensión de los caracteres corruptos que revelamos en estas circunstancias, y qué tipo de pensamientos y nociones estamos viviendo; esto sucede cuando aceptamos ser juzgados, expuestos, podados, y tratados por las palabras de Dios. Nos damos cuenta de que perder los estribos proviene de un carácter de arrogancia, de que estamos desahogando nuestro descontento para salvaguardar nuestro intereses personales, nuestra imagen, y nuestro estatus, que no es una expresión de la razón adecuada, y que siempre queremos que los demás nos escuchen y nos obedezcan. Esto es como el arcángel que quería controlar y dominar a otros; la esencia de esto es competir por la posición con Dios. Una vez que nos damos cuenta de todo esto, obtenemos discernimiento sobre las tácticas de Satanás para corromper a la humanidad, y podemos desarrollar el desprecio por nuestra propia corrupción. Ya no deseamos vivir de esa manera. También obtenemos claridad sobre nuestra propia identidad y estatus como un ser creado normal; vemos que no somos diferentes de los demás, y en futuras interacciones con otros estamos dispuestos a vivir una humanidad adecuada acorde con lo que Dios requiere, a mantener un perfil bajo en nuestras palabras y acciones, y a escuchar las sugerencias de los demás en discusiones. Así es cómo podemos alcanzar la verdadera paz y alegría después de todas las veces que ponemos en práctica la verdad, para que ya no vivamos dentro del dolor y la frustración de pecar y luego confesar. Nuestro amor y fe por Dios también continuará creciendo. A través de este tipo de experiencia práctica del juicio y el castigo de Dios, llegamos a saber en quién se deleita Dios y a quién desprecia; a quién Dios salva y a quién elimina; a quién bendice y a quién condena. También llegamos a comprender que Dios realmente inspecciona y gobierna sobre todo, que está a nuestro lado, de manera muy práctica nos guía y nos salva. Al llegar a este punto, podemos lograr un corazón de reverencia por Dios, nuestros caracteres corruptos se transforman, y cuando encontramos un problema, podemos buscar la verdad, ponerla en práctica, y someternos a Dios. Con el tiempo, somos capaces de vivir una verdadera semejanza humana. Esto es todo el fruto de experimentar el juicio y el castigo de Dios.

 

En la actualidad, las personas elegidas de Dios, que siguen sinceramente a Dios Todopoderoso, han experimentado la limpieza y transformación de sus caracteres corruptos en diversos grados. Hay varios testimonios de sus experiencias en el sitio web oficial de La Iglesia de Dios Todopoderoso; estas son las experiencias personales de las personas elegidas por Dios de Sus palabras y Su obra. Hay testimonios de experimentar el juicio y el castigo de Dios, desechar un carácter corrupto y vivir la humanidad adecuada; hay testimonios de resolver el engaño y convertirse en una persona honesta; hay testimonios de escapar de los cautiverios de la búsqueda de las ganancias y del estatus, y pisar el camino correcto en la vida; hay testimonios de sufrir opresión y dificultades, pero triunfando sobre Satanás. También hay testimonios de llegar a conocer el carácter justo de Dios, de amar y someterse a Dios, de servir a Dios y ser devoto a Él, y más. Estos hermanos y hermanas han experimentado un verdadero arrepentimiento y transformación. Son aquellos que han obtenido la salvación eterna de Dios, son pueblos del reino de Dios.

 

La obra de Dios para juzgar y limpiar a la humanidad ahora casi ha llegado a su fin. Los desastres de los últimos días han comenzado; plagas, terremotos, incendios, y hambrunas ya han ocurrido. En estos tiempos finales, cómo podemos lograr la salvación eterna de Dios está directamente relacionado con el asunto extremadamente importante de si podemos obtener la entrada al reino de los cielos. ¿Quieres escapar del cautiverio del pecado? ¿Realmente deseas recibir la salvación eterna de Dios, entrar al reino de los cielos, y obtener el cuidado y la protección de Dios? Si es así, entonces tenemos que aceptar el juicio y la purificación de Cristo de los últimos días. Esta es nuestra única oportunidad de lograr una transformación en nuestros caracteres, entrar en el reino de Dios, y recibir la salvación eterna. Tal como dice Dios Todopoderoso: “Los que quieren obtener la vida sin confiar en la verdad de la que Cristo habló son las personas más absurdas de la tierra, y los que no aceptan el camino de la vida que Cristo trajo están perdidos en la fantasía. Y así digo que a las personas que no aceptan al Cristo de los últimos días Dios las detestará para siempre. Cristo es la puerta para que el hombre entre al reino durante los últimos días, que nadie puede evitar. Nadie puede ser perfeccionado por Dios excepto por medio de Cristo”.

 

Página  1   2

 

Recomendación: Reflexiones Cristianas

 

Las escrituras tomadas de LA BIBLIA DE LAS AMERICAS® (LBLA) Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation usado con permiso. www.LBLA.com.

 

 

Escribir comentario

Comentarios: 0