Con que experimentes esta obra crítica, podrás alcanzar el verdadero arrepentimiento
Hoy en día, continúan ocurriendo varios desastres, y muchas personas se dan cuenta de que si queremos ser protegidos por Dios en desastres, debemos arrepentirnos verdaderamente. Sin embargo, aunque creemos en el Señor y con frecuencia oramos y confesamos nuestros pecados, aún podemos cometer los mismos pecados más adelante. Solo confesión y sin cambio alguno no representa el verdadero arrepentimiento. ¿Pues cómo podemos lograrlo? Las palabras de Dios nos han señalado maneras referentes.
Dios dice: “Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis soportar. Pero cuando Él, el Espíritu de verdad, venga, os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y os hará saber lo que habrá de venir” (Juan 16:12-13). “El que me rechaza y no recibe mis palabras, tiene quien lo juzgue; la palabra que he hablado, esa lo juzgará en el día final” (Juan 12:47-48). “En los últimos días, Cristo usa una variedad de verdades para enseñar al hombre, para exponer la sustancia del hombre y para analizar minuciosamente sus palabras y acciones. Estas palabras comprenden verdades diversas tales como el deber del hombre, cómo el hombre debe obedecer a Dios, cómo debe ser leal a Dios, cómo debe vivir una humanidad normal, así como la sabiduría y el carácter de Dios, etc. Todas estas palabras están dirigidas a la sustancia del hombre y a su carácter corrupto. En particular, las palabras que exponen cómo el hombre desdeña a Dios se refieren a que el hombre es una personificación de Satanás y una fuerza enemiga contra Dios. Al emprender Su obra del juicio, Dios no aclara simplemente la naturaleza del hombre con unas pocas palabras; la expone, la trata y la poda a largo plazo. Estos métodos de exposición, de trato y poda no pueden ser sustituidos con palabras corrientes, sino con la verdad de la que el hombre carece por completo. Solo los métodos de este tipo pueden llamarse juicio; solo a través de este tipo de juicio puede el hombre ser doblegado y completamente convencido de la sumisión a Dios y, además, obtener un conocimiento verdadero de Dios. Lo que la obra de juicio propicia es el entendimiento del hombre sobre el verdadero rostro de Dios y la verdad sobre su propia rebeldía. La obra de juicio le permite al hombre obtener mucho entendimiento de la voluntad de Dios, del propósito de la obra de Dios y de los misterios que le son incomprensibles. También le permite al hombre reconocer y conocer su esencia corrupta y las raíces de su corrupción, así como descubrir su fealdad. Estos efectos son todos propiciados por la obra del juicio, porque la esencia de esta obra es, en realidad, la obra de abrir la verdad, el camino y la vida de Dios a todos aquellos que tengan fe en Él”.
De las palabras de Dios podemos saber que el Señor vendrá en los últimos días para expresar la verdad y hacer la obra de juicio y purificación del hombre. Ahora, el Señor ya ha regresado y ha realizado dicha obra. Las palabras de Dios son como una espada de dos filos que expone nuestra naturaleza satánica de resistirse a Él. Al leer Sus palabras, podemos ver el hecho de que hemos sido corrompidos profundamente por Satanás y que somos arrogantes, engañosos y malvados. Frente a la revelación de las palabras de Dios, estamos convencidos, nos postramos ante Dios, poco a poco, nos odiamos y estamos dispuestos a traicionarnos y practicar Sus palabras, de esta manera podemos alcanzar el verdadero arrepentimiento. Ahora muchas personas lo han alcanzado a través de experimentar el juicio de Dios, se han liberado gradualmente de la esclavitud del pecado y dando testimonio de Él.
¿Quieres conocer su experiencia? Ve el vídeo “El arrepentimiento de un oficial” para saberlo.
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