Los últimos días están ahora sobre nosotros, así que ¿cómo podemos dar la bienvenida al Señor? Basándose en lo que está escrito en el Libro de Apocalipsis, algunos creen que el Señor regresará en Su cuerpo espiritual resucitado y se aparecerá a la humanidad en una nube, así que dar la bienvenida al Señor basándonos en lo que vemos es la apuesta más segura. Sin embargo, algunos hermanos y hermanas toman este verso en consideración: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo” (Apocalipsis 3:20). Creen que el Señor nos ha dicho que en los últimos días hablará para llamar a nuestras puertas. También hay muchas personas en línea que dan testimonio de que el Señor ya ha regresado que ya han escuchado la voz de Dios y le han dado la bienvenida al Señor. ¿Podemos realmente confiar en lo que vemos sin escuchar la voz de Dios? ¿Qué podemos hacer para dar la bienvenida al Señor? ¿Debemos saludar al Señor escuchando la voz de Dios o sólo creyendo en lo que vemos?
El paso crucial para dar la bienvenida a la llegada del Señor
Todos sabemos que hay muchas profecías sobre la venida del Señor. ¿Quién se atrevería a decir que el Señor sólo vendrá en una nube y nada más? El Señor Jesús nos dijo muy claramente: “Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis soportar. Pero cuando Él, el Espíritu de verdad, venga, os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y os hará saber lo que habrá de venir” (Juan 16:12-13). “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco y me siguen” (Juan 10:27). “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo” (Apocalipsis 3:20). “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias” (Apocalipsis 2:7).
Estas profecías nos muestran que en los últimos días el Señor llamará a las puertas de los corazones de la gente con Sus palabras, que buscará a Sus ovejas hablando y que las ovejas de Dios le reconocerán y le acogerán cuando reconozcan la voz de Dios. Es decir, no importa cómo se aparezca Dios a la humanidad es seguro que pronunciará palabras, así que cuando reconozcamos la voz de Dios podremos saludar al Señor y luego confirmar en qué forma se nos está apareciendo Dios realmente. Es como cuando Moisés escuchó a Dios hablando desde la zarza ardiente Dios se le apareció a Moisés en forma de fuego. Cuando Job escuchó a Dios hablándole a través de un torbellino ese fue el Dios que se le apareció a Job a través del viento. Y estaban Pedro y Juan quienes personalmente escucharon al Señor Jesús encarnado expresando la verdad y la voz de Dios y así confirmaron que Dios se había aparecido a la humanidad en forma de carne. De todo esto podemos ver que Dios puede hablar a la humanidad de muchas maneras diferentes y no importa cómo le oigamos hablarnos vemos la aparición de Dios. Es por eso que no podemos confiar en nuestros ojos para dar la bienvenida al Señor. La clave es escuchar Su voz. En el momento en que oímos la declaración del Señor que regresa y la reconocemos como la voz de Dios eso prueba que el Señor ha regresado de verdad. En ese momento la forma en que el Señor aparece en los últimos días será evidente. Si no nos centramos en escuchar la voz de Dios pero determinamos que el Señor bajará absolutamente en una nube basado en una interpretación literal de las escrituras y pensamos que al dar la bienvenida al Señor ver es creer no sería cometer el mismo error que los fariseos? Los fariseos no prestaron atención a la voz de Dios sino que definieron la venida del Mesías de acuerdo a una interpretación literal de las Escrituras. A pesar de que el Señor Jesús expresó muchas verdades y Sus palabras contenían autoridad y poder los fariseos no se centraron en escuchar la voz de Dios. Y así, finalmente clavaron al Señor Jesús en la cruz cometiendo un grave pecado y ganándose el castigo de Dios. Por eso debemos aprender de la lección de los fariseos en el asunto de dar la bienvenida a la venida del Señor. No podemos confiar en nuestras nociones e imaginaciones pero debemos ser las vírgenes sabias y tener cuidado de escuchar la voz de Dios. Esta es la única manera en que podremos dar la bienvenida al Señor. Es como Dios ha dicho: “[...] ya que estamos buscando las huellas de Dios, debemos buscar la voluntad de Dios, las palabras de Dios, las declaraciones de Dios, porque donde están las nuevas palabras de Dios, ahí está la voz de Dios, y donde están las huellas de Dios, ahí están los hechos de Dios. Donde está la expresión de Dios, ahí está la aparición de Dios, y donde está la aparición de Dios, ahí existe la verdad, el camino y la vida”.
El Señor ha vuelto y ha hablado, ¿has escuchado?
La clave para dar la bienvenida al Señor es escuchar la voz de Dios. Sólo escuchando la voz de Dios podemos saber cómo ha venido el Señor. Hoy en día sólo la Iglesia de Dios Todopoderoso da testimonio abiertamente de que el Señor Jesús ya ha venido en secreto antes de los grandes desastres, que es Dios Todopoderoso en la carne y que ha hecho una etapa de obra para juzgar y limpiar a la humanidad. Ha expresado palabras del Espíritu Santo a las iglesias. Nos ha dicho todos los aspectos de la verdad incluyendo los misterios del plan de gestión de seis mil años de Dios, lo que es la encarnación, lo que es ser raptado, cómo discernir la voz de Dios, cómo discernir al verdadero Cristo de los falsos Cristos, la naturaleza y esencia de la corrupción de la humanidad por parte de Satanás, cómo deshacerse de las ataduras del pecado, cómo Dios juzga y limpia a la humanidad y cómo Dios determina los resultados y destinos de la gente. Dios Todopoderoso nos salva completamente de los grilletes del pecado permitiéndonos ser purificados y alcanzar la salvación completa. Podemos ver que la aparición y la obra de Dios Todopoderoso cumplen estas profecías de la venida del Hijo del hombre: “Vosotros pues también, estad apercibidos; porque á la hora que no pensáis, el Hijo del hombre vendrá” (Lucas 12:40). “Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del hombre” (Mateo 24:27). No sólo eso sino que esto también cumple las profecías del Señor volviendo a expresar la verdad y a hacer la obra de juicio: “Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis soportar. Pero cuando Él, el Espíritu de verdad, venga, os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y os hará saber lo que habrá de venir” (Juan 16:12-13). “El que me rechaza y no recibe mis palabras, tiene quien lo juzgue; la palabra que he hablado, esa lo juzgará en el día final” (Juan 12:48). “Santifícalos en la verdad; tu palabra es verdad” (Juan 17:17).
Cualquiera con corazón, con espíritu que escuche las palabras expresadas por Dios Todopoderoso puede sentir que estas palabras son la verdad que están llenas de poder y autoridad. Son capaces de confirmar que son la voz de Dios. Si esta no fuera la voz de Dios, entonces ¿quién podría revelar los misterios de la obra de gestión de Dios? ¿Quién podría juzgar nuestra corrupción humana a través de la palabra de juicio? ¿Quién podría limpiarnos y transformarnos y salvarnos de las ataduras del pecado? Sólo Dios puede expresar la verdad, esta es la voz de Dios. Esto nos permite confirmar que el Señor Jesús ha regresado que el Señor se ha hecho carne de nuevo como el Hijo del hombre bajando en secreto entre la humanidad para salvarnos y limpiarnos. Si queremos dar la bienvenida al Señor, debemos estar seguros de escuchar la voz de Dios y leer más de las palabras que Dios Todopoderoso ha expresado. Sólo esto nos permitirá la oportunidad de ser arrebatados ante el trono de Dios y asistir a la fiesta con el Señor.
Las palabras expresadas por Dios Todopoderoso en han sido traducidos a más de 20 idiomas y publicados en línea para que los pueblos de todas las naciones puedan buscar e investigar. Esto es Dios llamando a nuestras puertas a través de Sus palabras. ¿No deberíamos ser las vírgenes prudentes, escuchar si las palabras de Dios Todopoderoso son las palabras del Espíritu Santo a las iglesias si son la voz de Dios? Si insistimos en que ver es creer sólo creer una vez que el Señor viene con las nubes, ¿no lo habremos encerrado ya fuera de nuestras puertas? ¿Es eso ser una virgen sabia? ¿Es posible dar la bienvenida a la venida del Señor de esa manera? Estas son preguntas que todos debemos considerar muy cuidadosamente.
Las consecuencias de insistir en ver la venida del Señor en una nube
Si no escuchamos la voz de Dios para poder dar la bienvenida al Señor sino que esperamos a ver al Señor bajar con las nubes antes de creer que ha regresado, ¿cuáles serán las consecuencias? Echemos un vistazo a las advertencias y exhortaciones que nos da Dios Todopoderoso: “Muchas personas pueden no preocuparse por lo que digo, pero aun así quiero decirle a cada uno de estos llamados santos que siguen a Jesús que, cuando lo veáis descendiendo del cielo sobre una nube blanca con vuestros propios ojos, esta será la aparición pública del Sol de justicia. Quizás será un momento de gran entusiasmo para ti, pero deberías saber que el momento en el que veas a Jesús descender del cielo será también el momento en el que irás al infierno a ser castigado. Ese será el momento del final del plan de gestión de Dios, y será cuando Él recompense a los buenos y castigue a los malos. Porque Su juicio habrá terminado antes de que el hombre vea señales, cuando sólo exista la expresión de la verdad. Aquellos que acepten la verdad y no busquen señales, y por tanto hayan sido purificados, habrán regresado ante el trono de Dios y entrado en el abrazo del Creador. Sólo aquellos que persisten en la creencia de que ‘El Jesús que no cabalgue sobre una nube blanca es un falso Cristo’ se verán sometidos al castigo eterno, porque sólo creen en el Jesús que exhibe señales, pero no reconocen al Jesús que proclama un juicio severo y manifiesta el camino verdadero de la vida. Y por tanto, sólo puede ser que Jesús trate con ellos cuando Él vuelva abiertamente sobre una nube blanca. Son demasiado tozudos, confían demasiado en sí mismos, son demasiado arrogantes. ¿Cómo puede recompensar Jesús a semejantes degenerados? El regreso de Jesús es una gran salvación para aquellos que son capaces de aceptar la verdad, pero para los que son incapaces de hacerlo es una señal de condenación. Debéis elegir vuestro propio camino y no blasfemar contra el Espíritu Santo ni rechazar la verdad. No debéis ser personas ignorantes y arrogantes, sino alguien que obedece la dirección del Espíritu Santo, que anhela y busca la verdad; sólo así os beneficiaréis”.
A través de las palabras de Dios Todopoderoso podemos entender que aquellos que sólo esperan ver al Señor en una nube se niegan a aceptar las verdades expresadas por Dios Todopoderoso en los últimos días y están condenando a Cristo de los últimos días. Perderán su oportunidad de dar la bienvenida al Señor antes de los grandes desastres y perderán su oportunidad de ser convertidos en vencedores por Dios. Sin embargo, los que acepten la obra de juicio y purificación de Dios antes de los grandes desastres, es decir los que den la bienvenida al Señor antes de los desastres escaparán de las ataduras del pecado aceptando el juicio y el castigo de las palabras de Dios serán purificados y transformados y tendrán la oportunidad de ser hechos vencedores por Dios. Serán llevados por Dios a un hermoso destino. Una vez que Dios haya hecho un grupo de vencedores, hará llover los grandes desastres, y sólo en ese momento vendrá abiertamente en una nube y aparecerá ante la humanidad clasificando a la gente según su clase recompensando a los buenos y castigando a los malvados. Aquellos que resistieron y condenaron la obra de Dios de los últimos días estarán sujetos a Su justo castigo. Verán que el Dios Todopoderoso, al que resistieron no es otro que el Señor Jesús regresó. Llorarán y crujirán los dientes se agarrarán del pecho. Esto cumplirá estas profecías bíblicas: “Y entonces se mostrará la señal del Hijo del hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del hombre que vendrá sobre las nubes del cielo, con grande poder y gloria” (Mateo 24:30). “He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra se lamentarán sobre él. Así sea. Amén” (Apocalipsis 1:7). Y así todos los que tratan de escuchar la voz de Dios y todos los que aceptan las verdades expresadas por Cristo en los últimos días antes de los desastres son los bienaventurados. Pero aquellos que sólo confían en sus ojos que insisten en esperar que el Señor venga en una nube lamentarán el día.
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