Estudio Bíblico · 07. octubre 2020
Ruego al Señor todos los días, y especialmente la oración de la mañana y la oración de la tarde, son partes esenciales de mi vida diaria. Además, constantemente persisto en hacerlo así. Pero muchas veces, aunque ruego al Señor, no puedo sentirlo, y obviamente siento que el Señor no escucha mis oraciones.