Prédica cristiana | ¿Pueden entrar en el reino de los cielos aquellos que son salvos?
Ayer dejamos una pregunta: ¿Pueden entrar al reino de los cielos los que han recibido la salvación pero pecan a menudo? Muchos hermanos y hermanas nos enviaron sus propios puntos de vista, y algunos de ellos dijeron: “Los que hacen la voluntad del Padre Celestial son personas obedientes a Dios, pero todavía podemos pecar con frecuencia, no estamos haciendo la voluntad del Padre celestial, ¡así que me temo que no podemos entrar en el reino de los cielos!”. Así es, veamos un pasaje de la Palabra de Dios para entender mejor.
Dios dice: “En ese momento, la obra de Jesús era la redención de toda la humanidad. Los pecados de todos los que creían en Él eran perdonados; mientras creyeras en Él, Él te redimiría; si creías en Él, dejabas de ser un pecador y eras liberado de tus pecados. Esto es lo que significaba ser salvo y ser justificado por fe”. “Aunque el hombre ha sido redimido y se le han perdonado sus pecados, sólo se considera que Dios no recuerda sus transgresiones y no lo trata de acuerdo con estas. Sin embargo, cuando el hombre vive en la carne y no ha sido liberado del pecado, sólo puede continuar pecando, revelando interminablemente el carácter satánico corrupto. Esta es la vida que el hombre lleva, un ciclo sin fin de pecado y perdón. La mayoría de los hombres pecan durante el día y se confiesan por la noche. Así, aunque la ofrenda por el pecado siempre sea efectiva para ellos, no podría salvarlos del pecado. Sólo se ha completado la mitad de la obra de salvación, porque el hombre sigue teniendo un carácter corrupto. […] No resulta fácil para el hombre ser consciente de sus pecados; es incapaz de reconocer su propia naturaleza profundamente arraigada. Tales efectos sólo pueden conseguirse a través del juicio por la palabra. Sólo así puede el hombre ser cambiado gradualmente de ahí en adelante”.
De las palabras de Dios, se puede ver que el verdadero significado de que hemos sido perdonados y salvados por la gracia se refiere a que el Señor Jesús fue crucificado y redimió a la humanidad, haciendo que no seamos ejecutados por la ley. Debido a que el Señor ha perdonado nuestros pecados y no nos ve como pecadores, podemos orar y confesar directamente nuestros pecados ante Dios. Pero nuestro carácter corrupto satánico no ha sido eliminado completamente, y con frecuencia podemos pecar, por ejemplo: A menudo nos enojamos y regañamos a los demás, les obligamos a escucharnos, somos egoístas y mezquinos, y así sucesivamente. El Señor Jesús dijo: “En verdad, en verdad os digo que todo el que comete pecado es esclavo del pecado; y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí permanece para siempre” (Juan 8: 34-35). El Señor es santo, y Él no permitirá a la gente que peca a menudo entrar en Su reino. Entonces, ¿cómo podremos entrar en el reino de los cielos? Seguiremos comunicándonos mañana.
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