Ahora los desastres ocurren con frecuencia en todo el mundo, y muchas personas son conscientes de que el Señor ha regresado y están buscando la aparición de Dios y Su obra. Sin embargo, algunas personas todavía esperan ciegamente que el Señor venga en nubes, y creen según sus nociones e imaginaciones que si el Señor no descendiera sobre nubes, no lo aceptarían. De esta manera, se perderán fácilmente la oportunidad de recibir al Señor y serán abandonados por Él.
Basando en las profecías bíblicas, la obra del Señor regresado se divide en dos partes, primero vendrá en secreto a expresar la verdad para purificar y salvar al hombre y formar un grupo de vencedores, y luego se aparecerá públicamente a todos los pueblos para recompensar el bien y castigar el mal. Los que aceptan al Señor tras ver Su llegada, se perderán Su salvación en los últimos días y caerán en el desastre, llorando y rechinando los dientes.
La Palabra de Dios dice: “Muchas personas pueden no preocuparse por lo que digo, pero aun así quiero decirle a cada uno de estos llamados santos que siguen a Jesús que, cuando lo veáis descendiendo del cielo sobre una nube blanca con vuestros propios ojos, esta será la aparición pública del Sol de justicia. Quizás será un momento de gran entusiasmo para ti, pero deberías saber que el momento en el que veas a Jesús descender del cielo será también el momento en el que irás al infierno a ser castigado. Ese momento anunciará el final del plan de gestión de Dios, y será cuando Él recompense a los buenos y castigue a los malos. Porque Su juicio habrá terminado antes de que el hombre vea señales, cuando sólo exista la expresión de la verdad. Aquellos que acepten la verdad y no busquen señales, y por tanto hayan sido purificados, habrán regresado ante el trono de Dios y entrado en el abrazo del Creador. Sólo aquellos que persisten en la creencia de que ‘El Jesús que no cabalgue sobre una nube blanca es un falso Cristo’ se verán sometidos al castigo eterno, porque sólo creen en el Jesús que exhibe señales, pero no reconocen al Jesús que proclama un juicio severo y manifiesta el camino verdadero de la vida. Y por tanto, sólo puede ser que Jesús trate con ellos cuando Él vuelva abiertamente sobre una nube blanca. [...] El regreso de Jesús es una gran salvación para aquellos que son capaces de aceptar la verdad, pero para los que son incapaces de hacerlo es una señal de condenación. Debéis elegir vuestro propio camino y no blasfemar contra el Espíritu Santo ni rechazar la verdad. No debéis ser personas ignorantes y arrogantes, sino alguien que obedece la dirección del Espíritu Santo, que anhela y busca la verdad; sólo así os beneficiaréis”.
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